El mercado PMGD en Chile opera bajo una premisa simple: la energía que no se inyecta es dinero perdido. Hasta ahora, el foco del O&M ha estado en solucionar fallas físicas (inversores, módulos fotovoltaicos, centros de transformación, trackers, etc.), pero hoy se abre un nuevo frente de incidencias, mucho más silencioso e inmediato: la ciberseguridad.
Cada planta está conectada a internet para permitir el monitoreo remoto y su conexión con el CEN. En caso de un acceso no autorizado, no solo se exponen datos sensibles de la planta afectada, sino que puede producirse una desconexión total del parque, afectando la producción y, en el peor de los casos, un secuestro digital de los sistemas SCADA de control.
La Ley N.º 21.663 – Ley Marco de Ciberseguridad eleva los estándares de protección de la infraestructura crítica, incluyendo al sector energético. Para cumplir con estas nuevas exigencias legales, los clientes enfrentan una decisión clave: asumir la ciberseguridad internamente o delegarla a su proveedor de O&M.
En cualquiera de los casos, se debe garantizar que el diseño del sistema de ciberseguridad sea competente ante brechas de seguridad y que las medidas de protección aseguren la integridad de los activos solares. Además, se deben cumplir los tiempos de respuesta obligatorios establecidos por la normativa (máximo tres horas ante cualquier intrusión digital) y reportar las incidencias directamente ante la Agencia Nacional de Ciberseguridad (ANCI).
Hoy más que nunca, es crítico elegir un proveedor de O&M competente ante los estándares actuales y futuros de los activos solares. Delta Activos proporciona la tranquilidad de cumplir con la normativa, protegiendo no solo la salud financiera de cada proyecto, sino también su continuidad operativa.
La ciberseguridad se integra así como un pilar fundamental en nuestra promesa de entregar Energía Confiable.
